Su servicio a la educación contribuye enormemente al desarrollo de la sociedad, a través de la escolarización en todas las etapas, la promoción de la igualdad de oportunidades, la libertad de elección de enseñanza, los valores humanos y cristianos, la defensa de una educación de calidad e innovadora y una escuela inclusiva pionera en la atención a la diversidad. Escuelas Católicas Castilla y León realiza una gran labor social y sigue siendo un pilar fundamental que garantiza la oferta educativa en toda Castilla y León.
Los colegios concertados católicos de Castilla y León son un referente en la educación de la comunidad cuyo servicio público y labor social son dignos y necesarios en una sociedad plural, en la que la oferta educativa también debe ser plural. La educación concertada católica lleva muchos años contribuyendo al desarrollo de la sociedad gracias a la confianza depositada por las familias, que pueden elegir este tipo de centros con libertad.
Desafortunadamente el desconocimiento sobre este tipo de educación provoca que algunos sectores de la sociedad rechace un sistema educativo complementario al público que garantiza la libertad de enseñanza y beneficia a una sociedad es plural, con una oferta educativa también plural.
Es necesario dar a conocer nuestros centros, enseñar nuestra educación y los beneficios de la formación académica y humana que se ofrece en los colegio de Escuelas Católicas. La campaña #SoyEscuelaCatólica tiene como objetivo dar a conocer nuestros valores, nuestros centros y la comunidad educativa que forma parte de Escuelas Católicas.
Este material puedes utilizarlo para el Día de Escuelas Católicas Castilla y León que celebramos el 7 de marzo. Hazlo tuyo y promuévelo dentro de tus actividades. Nuestro objetivo es que el mensaje se difunda y consigamos dar a conocer nuestra educación.
Podéis encontrar más actividades que os proponemos para que celebréis el Día de Escuelas Católicas Castilla y León con vuestra comunidad educativa.
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Al servicio de la educación. Las Escuelas Católicas de Castilla y León desempeñan una labor insustituible en la educación, además de ocupan un lugar importante en la elección de educación que hacen los padres para sus hijos. Las escuelas católicas del siglo XXI ofrecen y enseñan valores con un enfoque común de la vida, desde un humanismo cristiano, que construye una sociedad abierta y solidaria.
Los colegios católicos tienen una gran historia, muchos de ellos son centenarios y todos ellos se dedican a ofrecer a sus alumnos una formación integral: conocimientos, fe y valores.
Los centros de Escuelas Católicas están al servicio de la educación y su objetivo es que sus alumnos integren su vida, su cultura y su fe, con una formación que propicie su crecimiento como persona en su relación con los demás y con Dios.
Beneficio para nuestra vida. Es importante animar a los estudiantes a reflexionar sobre los beneficios de la educación católica y la forma en el que la fe, el conocimiento y el servicio que ofrece este tipo de educación les ayudará a lo largo de sus vidas. Escuelas Católicas potencia lo positivo, la creatividad, el esfuerzo personal y el trabajo en equipo en la búsqueda de lo mejor de cada alumno.
El Papa Francisco ya nos dice la importancia que tiene la escuela católica para él. “Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad, a la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones. Si uno ha aprendido a aprender, esto le queda para siempre”.
Todos nosotros, alumnos, profesores o padres debemos abrir nuestro corazón y nuestra mente al conocimiento y a las relaciones con los demás. En la escuela aprendemos lecciones, pero también aprendemos a compartir, respetar y amar a los demás. Somos mucho más que un colegio, somos un colegio en el que aprendemos a convivir.
¿QUIÉN PUEDE PERTENECER A ESCUELAS CATÓLICAS?
Colegios abiertos al mundo. Los centros se sitúan en la vanguardia educativa, con escuelas abiertas en las que se educa desde los valores del Evangelio para que sus alumnos sean competentes, creativos e innovadores, y mantengan un diálogo positivo con la realidad multicultural y plurirreligiosa.
Somos colegios abiertos a todos los que deseen elegirlos, sin discriminación por razones económicas, sociales, religiosas, de raza o de nacimiento. El Papa Fran- cisco también reconoce esa necesidad de los colegios: “Para enseñar hay que amar más a los estudiantes que no quieren estudiar, aquellos que se encuentran en condiciones de privación, los discapacitados y los extranjeros”.
Alumnos, ciudadanos del futuro. Gracias a la formación que se ofrece en las escuelas católicas sus alumnos deben en el futuro usar su talento y formación para el servicio a los demás, comprometerse con la solidaridad, la justicia y la paz y hacer del mundo un lugar mejor.
Colegios, que crean personas justas y honestas. Es necesario resaltar la contribución significativa que las escuelas católicas hacen a la sociedad gracias a su importante papel en la preparación de sus alumnos para convertirse en ciudadanos dignos, solidarios, honestos, responsables, críticos, dialogantes, abiertos y justos.
Maestros abnegados. Dar a conocer a los profesores, personal no docente y otros trabajadores que se esfuerzan cada día en las escuelas católicas.
Es importante reconocer el trabajo de todos ellos ya que son la columna vertebral de un proyecto común.
Familias comprometidas. Los padres y familias juegan también un papel vital en la educación católica. Muchas veces como voluntarios en la escuela, y otras veces en sus hogares, inculcando valores y expectativas de excelencia académica a sus hijos. Es necesario reconocer su labor y contribución al éxito de nuestras escuelas.
Las personas que forman la comunidad educativa, son los protagonistas de la acción educativa de nuestros centros: alumnos, profesores y familias son los pilares de nuestra educación. Los propios centros y comunidades religiosas cierran ese conjunto que forma Escuelas Católicas Castilla y León.
La escuela es un lugar de encuentro. Se encuentra a los compañeros; se encuentra a los maestros. Los padres encuentran a los profesores; el director encuentra a las familias, etcétera. Es un lugar de encuentro. En la escuela nos socializamos: encontramos personas diferentes a nosotros, diferentes por edad, cultura, proveniencia…
Papa Francisco