Asamblea 2022. Los centros de Escuelas Católicas Castilla y León cierran el curso con la incertidumbre e inseguridad provocadas por la nueva ley educativa

Asamblea 2022. Los centros de Escuelas Católicas Castilla y León cierran el curso con la incertidumbre e inseguridad provocadas por la nueva ley educativa

Asamblea 2022. Los centros de Escuelas Católicas Castilla y León cierran el curso con la incertidumbre e inseguridad provocadas por la nueva ley educativa

La Asamblea 2022 de Escuelas Católicas Castilla y León se celebró hoy de forma presencial con los representantes de los 176 centros que forman la organización. Sirvió para destacar la labor de sus centros durante la pandemia y lamentar la inquietud originada por la LOMLOE, reiterando de nuevo la necesidad de posponer su implantación.

La Consejera de Educación, Rocío Lucas, defendió en la inauguración la educación concertada, como complementaria a la pública, la libertad de elección de las familias y anunció la futura aprobación de un nuevo marco regulador de los conciertos educativos.

Escuelas Católicas Castilla y León celebró hoy en Valladolid su Asamblea anual, en esta ocasión de forma presencial después de dos años realizándose online. La Asamblea contó con la presencia de unos 250 representantes de los 176 centros educativos pertenecientes a la organización. En la inauguración estuvo presente la Consejera de Educación, Rocío Lucas, que defendió el trabajo de la educación concertada, expresando el compromiso de la Junta hacia este sector con el anuncio de un futuro nuevo marco regulador de los conciertos educativos.

La reunión sirvió para hacer balance del curso escolar que está a punto de cerrarse, para aprobar la gestión económica, presupuestos y memoria de actividades de la institución, al tiempo que analizaron la situación actual del sector y fijaron las líneas estratégicas para los próximos años. 

Intervención de la Consejera de Educación, Rocío Lucas

Rocío Lucas, Consejera de Educación de la Junta de Castilla y León agradeció en su intervención el trabajo y el esfuerzo de los centros de educación concertada de Escuelas Católicas durante la pandemia. «La concertada y sus profesionales habéis estado a la altura del reto», dijo.

Rocío Lucas quiso después expresar el compromiso de la Consejería y de la Junta con la educación concertada, «abordando los problemas de forma idéntica que en la pública». La Consejera de Educación detalló ese compromiso, desarrollado en varias acciones como el refuerzo del profesorado durante la pandemia, la tramitación de las sustituciones necesarias, la renovación del acuerdo de calidad de la enseñanza y mantenimiento del empleo, firmado en 2021, la mejora de la ratio de centros con menos recursos, la especial protección de los profesionales ante la caída de alumnado o el acuerdo para las jubilaciones parciales de profesores, «que ha permitido la renovación y el relevo generacional», dijo. «Otro de los hitos para demostrar ese compromiso ha sido el complemento de la carrera profesional para el personal docente de la concertada, un acuerdo conseguido con el trabajo de todos, sobre todo de los titulares de los centros», añadió.

«En este compromiso de esfuerzo colaborativo, que no se ha visto con el desarrollo de la nueva ley educativa, queremos demostrar que en Castilla y León sí trabajamos con esa colaboración y trabajo conjunto en busca de una educación de calidad», comentó Lucas.

Javier Pérez de la Canal, vicepresidente de Escuelas Católicas CyL, Encarna González-Campos, presidenta, Rocío Lucas, Consejera de Educación, y Leandro Roldán, secretario autonómico de Escuelas Católicas CyL.

«La calidad y la equidad son los pilares en la educación en Castilla y León. Y los seguiremos defendiendo, al igual que al principio de la libertad, irrenunciable y reconocido constitucionalmente. Este gobierno no permitirá que se ponga en peligro. Podéis estar seguros«, argumentó ante los 250 participantes.

«Hemos apostado siempre por garantizar la libertad de elección de centros de los padres, aun cuando la norma estatal nos ponía muy difícil esta apuesta por la libertad. Y esta libertad implica la elección entre centros públicos y concertados, entre centros de educación especial o inclusiva. Siempre hemos defendido la educación concertada, insisto en que es una educación complementaria, no subsidiaria. Y así va a seguir siendo en Castilla y León«, dijo. «Hemos apostado por la calidad educativa independientemente del centro en el que se imparta. Y los resultados nos avalan. Un éxito del trabajo conjunto entre todos los centros», subrayó la Consejera.

Uno de los anuncios que hizo Rocío Lucas en esta Asamblea de Escuelas Católicas fue la futura aprobación de un nuevo marco regulador de los conciertos educativos. «Para seguir avanzando y aportando estabilidad vamos a aprobar otro marco regulador de los conciertos educativos. Sí, seguiremos apostando por la figura del concierto para los siguientes cursos escolares en el que trabajaremos de forma coordinada con la patronal», dijo.

«Además, hemos comenzado a materializar nuestro compromiso de la universalización del primer ciclo de infantil, de 0 a 3 años, contando con todos los centros. Han sido 80 las unidades autorizadas y 69 los centros autorizados de Escuelas Católicas, todo por el compromiso por la educación pública y concertada y dando oportunidades a las familias. Hemos recibido muchas críticas por defender esto en lo que creemos firmemente y a pesar de que la financiación del Gobierno de España solo llega para centros públicos. Pero desde la Junta abordaremos esta universalización de la educación infantil con los centros concertados con financiación de la propia Junta de Castilla y León. Es un claro compromiso de la Junta en la defensa de la educación concertada, complementaria a la pública», concluyó.

Declaración final de la Asamblea

La Declaración final de la Asamblea subrayó la necesidad de que la Administración asuma su compromiso de financiar de forma adecuada el coste efectivo del puesto escolar. “La grave situación económica no es ajena a los centros. Seguimos manteniendo un déficit crónico en la partida de Otros gastos, al que se suma ahora el impacto económico de la pandemia, la inflación, el alto coste de la energía o las dificultades económicas de las familias. Eso nos obliga a un gran esfuerzo que debe ser compartido con las administraciones”, explicaban los responsables de los centros de Escuelas Católicas Castilla y León.

En esta Declaración también ha querido destacar la “oportunidad perdida” con la última reforma educativa de alcanzar el “necesario pacto educativo”. “Necesitamos una política que, desde la humildad, busque el bien común de la ciudadanía; que sea testimonio generoso de verdad; que persiga alcanzar una sociedad más justa, más equitativa, más libre, y que, por supuesto, luche para que esa libertad se plasme y aprecie en nuestro sistema educativo”, se explicó en la Declaración final aprobada en la Asamblea.

«Inestabilidad e incertidumbre»

Durante esta Asamblea Estatutaria de Titulares y Junta Autonómica y la Reunión de Equipos Directivos de Escuelas Católicas Castilla y León también se puso el foco en “la inestabilidad e incertidumbre vividas durante el curso. Inestabilidad por las consecuencias de la pandemia e incertidumbre por la llegada de una nueva ley educativa que ha generado muchas dudas e inseguridad antes de su puesta en marcha”, explicó Encarnación González-Campos Jiménez, presidenta de Escuelas Católicas Castilla y León durante su intervención.

“Desde Escuelas Católicas hemos insistido en posponer la implantación de la nueva ley, al menos un curso. Y hemos subrayado que esta reforma ha sido una oportunidad perdida para llegar a un Pacto Educativo global, porque esta norma cuestiona la figura del concierto educativo y, por tanto, del derecho a elegir centro y de la libertad de las familias”, argumentó la presidenta. 

Además, la presidenta quiso destacar la labor de los centros de Escuelas Católicas durante la pandemia “y, pese a todos los obstáculos y el enfoque de una ley sin consenso, seguiremos unidos en la defensa del concierto como fórmula eficaz para garantizar la libertad y la equidad educativa”, dijo. “Seguiremos defendiendo la función social de la escuela concertada y, en concreto, de la escuela católica, y vamos a seguir defendiendo la necesidad de mejorar su financiación y la educación en general”, afirmó Encarna González-Campos.

Por último, la presidenta de la patronal de centros concertados católicos dijo: “Os animo a seguir el camino del Evangelio en nuestro día a día en las aulas, a crecer como educadores en la escuela del cuidado y del encuentro, a compartir con la sociedad nuestros valores, a caminar juntos como escuela católica, porque nuestra fortaleza viene del Evangelio, de que deseamos educar con Jesús de Nazaret como modelo, y sabedores de que es Él quien nos guía”.

La Asamblea también trató en profundidad la adaptación del nuevo convenio colectivo de la enseñanza laboral a la reforma laboral, gracias a la conferencia ofrecida por Iván Hodar, Asesor Jurídico de Escuelas Católicas Nacional. También tuvo protagonismo la enseñanza basada en competencias clave que llegará con la LOMLOE y los nuevos currículos, un asunto que explicó Javier Valle López, profesor titular de la UAM y especialista en educación supranacional y en la política educativa de la Unión Europea.

Además, como viene siendo habitual en la Asamblea, celebrada en el Colegio San Agustín de Valladolid, se compartieron, con los cerca de los 250 directivos asistentes de forma presencial, las novedades sobre las propuestas formativas de los programas de Escuelas Católicas Castilla y León, así como otros aspectos jurídico-laborales y jurídico-administrativas de interés para los centros.

Declaración final Asamblea 2022 Escuelas Católicas Castilla y León

1. Paz desde la educación.

Desde Escuelas Católicas Castilla y León pedimos paz. En el marco de una nueva guerra en Europa compartimos el sufrimiento y el dolor causados. Nuestros centros han respondido denunciando y mostrando su solidaridad con los más débiles, en especial con los niños. Pero también hemos contribuido desde la educación, enseñando a nuestros alumnos que solo desde la paz y con la unión de los pueblos puede construirse un mundo mejor.

2. Trabajo cumplido en pandemia.

Ha quedado atrás lo más duro de la pandemia de la Covid19, y lo que nos ha quedado en nuestros centros es una respuesta increíble de docentes, entidades titulares, equipos directivos, familias y alumnos, con la que hemos puesto a la persona en el centro de nuestra tarea educativa. Lo hemos hecho desde la solidaridad, la empatía y el cuidado, siguiendo los pasos del Evangelio en momentos de mucho dolor causado por la pérdida de seres queridos y compañeros de nuestras comunidades educativas. 

Los colegios de ideario católico han cumplido con su labor social evitando la brecha digital de sus alumnos, y además hemos aprendido a mejorar la atención a las familias y el proceso educativo y evangelizador del centro.

3. Situación económica crítica.

La gravedad de la situación económica que atraviesa la sociedad no es ajena a los centros de Escuelas Católicas Castilla y León. Seguimos manteniendo un déficit crónico en la partida de Otros gastos, al que se suma ahora el impacto económico de la pandemia, la inflación, el alto coste de la energía o las dificultades económicas de las familias. Este escenario nos obliga a ser más eficientes con la gestión de los centros, un esfuerzo que debe ser compartido con las administraciones, ya que deben asumir su compromiso de financiar de forma adecuada el coste efectivo del puesto escolar.

4. Legislación, oportunidad perdida.

Seguimos denunciando reiteradamente la incertidumbre e inseguridad jurídica que ha provocado la llegada de una nueva ley educativa. No hubo participación ciudadana en la creación de la LOMLOE, tampoco en el desarrollo de curriculums. Y la evaluación, promoción y titulación propuestas han generado dudas e inquietud, también el retraso en la implantación de la norma. Por eso solicitamos el retraso de su puesta en marcha hasta el curso 2023-2024. Creemos que sería lo más adecuado para centros, docentes y alumnos.

Esta reforma educativa ha sido una oportunidad perdida para alcanzar el necesario Pacto Educativo, con una norma que cuestiona la figura del concierto educativo y, por tanto, del derecho a elegir centro, limitando los derechos de los padres y considerando a la concertada como una red subsidiaria en vez de complementaria.

Necesitamos una política que, desde la humildad, busque el bien común de la ciudadanía; que sea testimonio generoso de verdad; que persiga alcanzar una sociedad más justa, más equitativa, más libre, y que, por supuesto, luche para que esa libertad se plasme y aprecie en nuestro sistema educativo.

5. Cultura del encuentro y del cuidado.

Desde Escuelas Católicas queremos apostar y crecer en la cultura del encuentro y del cuidado. Nos sumamos al llamamiento del papa Francisco para salir al encuentro del otro, caminar juntos, cuidar juntos de la casa común, construir espacios de futuro desde la educación.

También queremos que nuestros colegios sigan siendo espacios de encuentro y seguros, y renovamos nuestro compromiso para el cuidado de los más vulnerables frente al abuso. La cultura del cuidado y la protección del menor debe ser visible y desarrollada con formación permanente, acompañamiento, denuncias claras y atención a las víctimas, son líneas de actuación irrenunciables y sin ambigüedades.

6. Nuestra fortaleza común.

Estamos convencidos del proyecto común de Escuelas Católicas. Nuestra fortaleza viene del Evangelio. Todos seguimos a Jesús de Nazaret y todos deseamos educar según su modelo. Necesitamos pensar y hacer juntos. No sabemos hacia dónde vamos ni tampoco la rapidez con la que tendremos que ir, lo que sí sabemos es que vamos juntos y es Él quien nos guía.

Escuelas Católicas Castilla y León

Escuelas Católicas Castilla y León es la patronal de centros educativos concertados católicos de Castilla y León. Posee una amplia experiencia educativa y una red de centros y profesores que incluye 176 colegios, 9.000 trabajadores y representa al 28,7% del alumnado de Castilla y León con 100.000 niños en sus aulas. Es la organización más representativa de titulares de centros concertados de Castilla y León y una de las comunidades educativas con más peso de la región.