Asamblea 2023. Rocío Lucas respalda la educación concertada como garantía de libertad de elección, calidad y éxito educativo

Asamblea 2023. Rocío Lucas respalda la educación concertada como garantía de libertad de elección, calidad y éxito educativo

Asamblea 2023. Rocío Lucas respalda la educación concertada como garantía de libertad de elección, calidad y éxito educativo

Escuelas Católicas Castilla y León celebró hoy, 2 de junio de 2023, en el colegio San Agustín de Valladolid su Asamblea anual con la presencia de cerca de 250 representantes de los 174 centros educativos pertenecientes a la organización. La reunión se realizó para hacer balance del curso escolar y la situación actual del sector, así como con el fin de aprobar la gestión económica y presupuestaria de la institución y presentar la memoria de acciones. Además, en la inauguración estuvo presente la Consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, que defendió el trabajo de la educación concertada, expresando el compromiso de la Junta hacia este sector al que considera “complementario, esencial y de calidad”. Junto a ella también acudió al acto la directora general de Recursos Humanos de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, Teresa Barroso, que tuvo palabras de agradecimiento a la institución de Escuelas Católicas por su trabajo diario.

La Consejera de Educación agradeció a los representantes de la concertada “la implicación con la educación de Castilla y León”, dijo, “donde la enseñanza concertada es complementaria a la pública”, comentó. “El conjunto de toda la enseñanza es lo que hace que tengamos un sistema educativo de calidad y de referencia, a nivel nacional e internacional, tal y como recientemente hemos visto con el informe PIRLS. Y todo esto es gracias al trabajo que realizáis todos vosotros”, explicó Lucas. “Queda mucho por hacer pero vemos que mejoramos día a día, cuidamos entre todos nuestro valor más preciado, el alumno», dijo.

La Consejera de Educación enumeró después acciones de mejora y actuación llevadas a cabo para mejorar la educación concertada en Castilla y León, «una muestra de la implicación del gobierno autonómico con la concertada, y con la educación. Seguiremos colaborando y trabajando para mejorar condiciones, para ayudar en las normas y en los obstáculos que pongan trabas a una educación básica, fundamental y complementaria como es la concertada». Para terminar, la Consejera insistió en que la educación es “un derecho fundamental”, y la libertad de elección de las familias está recogida en la Constitución, y esto es “lo que determina nuestra defensa a ultranza de la educación concertada», expresó.

También desde la Consejería de Educación se han puesto en marcha ayudas para la mejora de condiciones de los docentes de la concertada; acciones para mejorar la ratio; para mejorar y equiparar las condiciones del profesorado de la concertada con la publica; se mantiene el acuerdo de centros en crisis… «Seguiremos mejorando las condiciones de los profesores, como la carrera docente, a la que se han incorporado también los docentes de la concertada, unos 4.000 profesores, también hemos puesto en marcha 380 jubilaciones parciales, que permiten una recompensa a docentes que han trabajado toda la vida y el rejuvenicimiento de las plantillas», argumentó Rocío Lucas.

Otro de los elementos pioneros desarrollados por la Consejería de Educación es en el plan de salud mental. «No queríamos esperar a arrancar el curso que viene ya que no podemos descuidar a nuestros alumnos en salud emocional y mental. Se ha hecho un plan para poder ayudar a los alumnos que se enfrentan a situaciones difíciles, y lo hemos extendido también a la concertada, con una mejora de horas orientación, y un incremento de profesores», concluyó Lucas.

Junto a la Consejera estuvieron presentes la presidenta y el secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, Encarna González-Campos Jiménez, y Leandro Roldán Maza, que dieron paso a la conferencia ‘Cuidarse para cuidar: Ocho claves básicas’, a cargo de José Manuel Domínguez Prieto, director del Instituto de la Familia de Orense y director del Instituto Internacional de Acompañamiento familiar Edith Stein.

Más tarde fue Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Católicas, quien intervino en la Asamblea y presentó a los participantes la nueva ‘Guía para la prevención y reparación de abusos sexuales a menores en centros educativos’, elaborada con el objetivo de asegurar el compromiso de los centros escolares con la protección de los menores y la creación de espacios educativos seguros. El secretario general aseguró que la guía es un paso más dentro del programa de Escuelas Católicas que ayudará a los colegios a actuar rápidamente y sin ambigüedad ante un posible caso, con la intención de “prevenir y reparar los casos de abusos sexuales en menores” en los más de 2.000 centros de la organización repartidos por toda España.

Pedro Huerta insistió en la necesidad de la existencia de la guía como “herramienta para actuar y proteger”, comprometiendo a la educación católica a asegurar a las familias y alumnos espacios de protección e intervención con los respectivos protocolos obligatorios para cuidar a su comunidad educativa y garantizar así «la protección tanto dentro como fuera de los centros». Durante la Asamblea explicó que la guía se centraba en el ‘Triple compromiso: prevención, intervención y reparación‘, no sólo incidiendo en las actuaciones con las víctimas directas de acoso sino también en los afectados colaterales como los familiares, amigos y otros compañeros del propio colegio.

El secretario general de Escuelas Católicas puntualizó que el retraso en la fecha de publicación de la guía se debe a los cambios legislativos que se han vivido respecto a la protección de los menores, a la pandemia de la Covid-19 y, sobre todo, a la prudencia que merece el tema «para que la reflexión incorporase más voces a la guía», por ejemplo de expertos en la enseñanza, de directores y orientadores y de psicopedagogos, con el fin de saber responder a la creciente sensibilidad en el ámbito escolar. Igualmente, destacó Huerta, la guía no es un protocolo en sí, sino que se trata de una aportación útil y práctica para que los diferentes centros educativos sepan, con su ayuda, crear ellos mismos un protocolo de actuación ante casos de acoso escolar según sus necesidades: «que sea propio del lugar y de la realidad de cada centro», aseguró el secretario general.

Para el secretario general de Escuelas Católicas, en los casos en los que se produzca un abuso, los centros deben posicionarse al lado de las víctimas: «No sólo consiste en reconocer que estas situaciones son un problema real que crea un dolor inequívoco en los perjudicados sino que, también, se requiere hacia nosotros un compromiso como instituciones católicas con un ideario común que rechaza totalmente este tipo de acontecimientos». Además, Huerta demandó “tolerancia cero” ante este tipo de acontecimientos y una transparencia comunicativa cuando se produzca una situación de acoso sexual en los centros educativos: «Debe existir una apertura dialéctica para acoger el discurso acerca de los abusos sexuales, sin ambigüedad ni dobles caminos morales».

«Ser escuela , y ser escuela católica, no es únicamente tener y difundir unos valores y carácter propio que nos diferencia de otros», continuó el secretario general de la institución para hacer entender a los asistentes que «todo lo que forma parte de nuestra enseñanza, nuestras instalaciones y clases, nuestra vida al fin y al cabo, educa» y, por lo tanto, también se debe actuar con coherencia y conocimiento ante estos fatídicos casos «porque somos escuelas del cuidado», añadió.

Para finalizar, Pedro Huerta destacó dos puntos importantes a los que prestar atención en estos casos. Por un lado, eliminar la idea de que el colegio es una «burbuja aislada» que por sí mismo evita estas situaciones al tener unos principios morales y valores totalmente contrarios. Y, por otro, la necesidad de que los centros entiendan que tienen que comunicar con transparencia cuando se sucedan casos de acoso escolar. «Es tan importante saber qué hacer como el qué no hacer», sentenció.

De esta manera, el secretario general coincidía en varios puntos con la Declaración de Escuelas Católicas Castilla y León, presentada también durante el acto de Asamblea, que destacó el “fomento de la cultura del cuidado” para acabar con la lacra social de los abusos a menores y el acoso escolar. El documento pone de relevancia el desarrollo y divulgación de una formación continua, el acompañamiento de los afectados y familias, los procedimientos adecuados en torno a posibles denuncias y programas de atención a las víctimas.

Durante esta Asamblea Estatutaria de Titulares y Junta Autonómica y la Reunión de Equipos Directivos de Escuelas Católicas Castilla y León también se presentaron otros puntos de la Declaración. La presidenta de Escuelas Católicas Castilla y León, Encarna González-Campos Jiménez, insistió en la necesidad de que la partida presupuestaria de ‘otros gastos’ experimente un incremento que compense “el déficit acumulado”, más aún en los tiempos actuales de desmedidas subidas de precios, gastos e IPC. Únicamente con ese incremento, los centros educativos de la red pueden garantizar un mantenimiento seguro y de calidad de sus infraestructuras escolares y de la financiación del personal no docente. Además, desde Escuelas Católicas Castilla y León, se subrayó el hecho indispensable de que el módulo económico de los conciertos educativos se dignifique, “permitiendo el funcionamiento autónomo de los centros educativos” e igualmente, la necesidad de extender el concierto educativo al ciclo de Bachillerato y al primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años), para beneficiar a las familias y asegurar el futuro de la calidad de enseñanza de Castilla y León, eliminando cualquier tipo de barrera que obstaculice el derecho a la prestación de una educación abierta, gratuita, plural y equitativa.

Por último, con el foco puesto en la preocupante situación actual de los problemas de salud mental entre jóvenes, la Asamblea reclamó en su Declaración la necesidad de garantizar más recursos humanos y económicos para mejorar el desarrollo emocional y psicológico en la educación puesto que, estas situaciones, “pueden afectar al desarrollo íntegro del alumnado”. Escuelas Católicas celebra la apuesta de la Consejería de Educación de Castilla y León por incrementar la cifra de orientadores y profesionales del campo de la salud mental, con el deseo de que sirva para “potenciar y mejorar el bienestar de alumnos y también docentes”.

Como es habitual en la Asamblea, celebrada en esta ocasión en el Colegio San Agustín de Valladolid, los 250 directivos y docentes asistentes compartieron las novedades sobre las propuestas formativas de los programas de Escuelas Católicas Castilla y León, así como otros aspectos jurídicos, laborales y administrativos de interés para los centros de la red.

Declaración final Asamblea 2023

Educación plural, de calidad y gratuita 

Los centros de Escuelas Católicas Castilla y León manifiestan que sus centros están abiertos a todo tipo de alumnado y familias. La escuela de iniciativa social sostenida con fondos públicos es equitativa, porque permite a cualquier familia la elección de un modelo educativo acorde a sus convicciones, sin que la situación económica o social pueda ser obstáculo para la realización de tal derecho.

Además, desde Escuelas Católicas Castilla y León seguimos trabajando en mantener la calidad e igualdad de oportunidades en la educación e insistimos en el derecho a ofrecer una educación en régimen de gratuidad. Pero para que este derecho de elección se respete completamente, es imprescindible que el módulo económico de los conciertos educativos se dignifique, permitiendo el funcionamiento autónomo de los centros educativos.

La Asamblea insiste en la necesidad de que la partida de “otros gastos”, fijada para el mantenimiento de las infraestructuras escolares y la financiación del personal no docente, experimente cuanto antes el incremento que compense el déficit acumulado, máxime en tiempos de inflación y de subida creciente de los sucesivos índices del IPC.

Apostamos por un sistema educativo basado en la calidad, la equidad y la libertad. Una libertad que, mediante el concierto, se convierte en pluralidad y evita un monopolio estatal de la educación. 

Por eso también incidimos en la necesidad de extender en un futuro el concierto al Bachillerato, y también al primer ciclo de Educación Infantil, en la etapa de 0 a 3 años, que ya se encuentra subvencionado en este momento, pero en el que vemos la necesidad de convertirse en concierto para beneficio de las familias.

Más recursos para mejorar la salud mental y emocional

El sistema educativo se enfrenta a un desafío histórico en el desarrollo de la educación emocional y la gestión de la salud mental. La pandemia ha aumentado la sensibilidad por un asunto trascendental como es el desarrollo integral del alumnado. Bien es cierto que la escuela católica siempre se ha caracterizado por buscar una educación integral, en la que no solo se adquieran conocimientos, competencias y habilidades sino que también el alumnado reciba un aprendizaje emocional, con valores, directa al corazón, aunque sin olvidarnos de la cabeza. Nuestros centros trabajan siempre comprometiéndose con la detección de dificultades y conflictos, y con su prevención y subsanación. 

La escuela se enfrenta a uno de sus mayores retos de las últimas décadas: gestionar de forma correcta el aprendizaje y el desarrollo emocional del alumnado. Es una gran responsabilidad y un gran desafío debido al actual marco legislativo, organizativo y de recursos. Pero es algo que no debemos eludir porque la gravedad de la situación es alta. La educación emocional y la prevención y detección de los desajustes emocionales de nuestros alumnos no debería admitir ninguna duda.

Por eso desde Escuelas Católicas Castilla y León celebramos la apuesta de la Consejería por incrementar la cifra de orientadores y otros profesionales relacionados con la salud mental y esperamos que a partir de septiembre, con la inclusión de este personal en pago delegado, sirva para potenciar y mejorar el bienestar de alumnos y docentes. 

La mejora de los equipos y departamentos de orientación educativa y la incorporación de psicólogos educativos en los centros son medidas primordiales para la atención a la diversidad, el apoyo a los alumnos con necesidades educativas y vigilar los problemas de salud mental y emocional.

Cultura del cuidado y espacios seguros

Desde Escuelas Católicas queremos seguir creciendo en la cultura del encuentro y del cuidado. Y en esta ocasión queremos hacer hincapié en seguir siendo espacios de encuentro  seguros, renovando nuestro compromiso para el cuidado de los más vulnerables frente al abuso. Es más que un deber, es nuestra misión ser entornos seguros, contribuir a la mejora del mundo y a acabar con la lacra social de los abusos a menores y el acoso escolar.

Se hace necesario un posicionamiento institucional sin ambigüedades. La cultura del cuidado y la protección del menor debe ser visible y desarrollada con formación permanente, acompañamiento, denuncias claras y atención a las víctimas.

Debemos actuar ante la lamentable realidad de los abusos y el acoso desde la prevención, la intervención, y la sanación y reparación. No rehuyamos pedir perdón. No tengamos miedo a abrir puertas y afrontar las cosas como tenemos que hacerlo para convertir la escuela en un espacio seguro.

Quizá debemos realizar cambios estructurales que permitan acompañar, acoger el dolor y el reproche, escuchar, y ser rigurosos en la aplicación de los protocolos, así como en la detección y actuación rápida y eficaz. La escuela católica tiene que ser capaz de vencer el mal a fuerza del bien. No podemos cambiar el pasado pero sí aprender de la experiencia del mal para hacer un bien más profundo todavía.