Currículo asignatura Religión Católica en Educación Infantil
Currículo asignatura de Religión Católica de Educación Infantil

> Descarga en PDF: Currículo LOE de Religión y Moral Católica en Educación Infantil. BOE – 3 de julio de 2007

> Descarga en PDF: Currículo LOE de Religión y Moral Católica en Educación Infantil. Conferencia Episcopal Española 2013

Introducción

La formación religiosa y moral católica pretende contribuir a la formación integral del alumno, desarrollando especialmente su capacidad trascendente, facilitándole una propuesta de sentido para su vida e iluminando el fundamento de aquellos valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria.

Es propio de la enseñanza religiosa su preocupación por la calidad de la educación que se imparte desde la infancia. En esta edad tan crucial para el posterior desarrollo de su personalidad, es cuando el niño comienza a comprender el mundo que le rodea y a relacionarse con él. En este proceso, que se desarrolla en el seno de la familia, lo afectivo ejerce un papel relevante y se constituye en camino para el aprendizaje. El sentido transcendente de la vida ‑capacidad básica del individuo‑ está enraizado en lo más profundo del ser, y el niño puede reconocerlo, según los niveles de aprendizaje propios de cada edad, en los símbolos y signos de su entorno, en las experiencias religiosas de sus mayores, en la cultura que se transmite en la escuela. No podría existir una formación integral si no se desarrollasen todas las capacidades inherentes al ser humano, entre las cuales se encuentra constitutivamente la capacidad transcedente. La enseñanza religiosa pretende contribuir así a la calidad de la educación, con la propuesta y desarrollo de los conocimientos, valores y actitudes que conforman el currículo de la enseñanza religiosa católica.

Esta formación religiosa y moral católica cuenta con una larga tradición en el sistema educativo español y, respondiendo a razones profundas de la institución escolar y a derechos humanos reconocidos por la Constitución española, está garantizada actualmente por el Acuerdo suscrito entre el Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, firmado el 3 de enero de 1979, en el cual se establecen los principios que hacen posible las garantías constitucionales.

La enseñanza religiosa católica en la Educación Infantil, parte de la experiencia del niño en esta edad de 3 a 6 años en referencia a tres grandes ámbitos: la identidad y autonomía personal, el descubrimiento del medio físico y social, y la comunicación y representación de la realidad. Estos tres ámbitos de experiencia no son tratados de forma fragmentada o independiente unos de otros, sino en mutua relación e interdependencia. La experiencia religiosa del niño crece a la vez que se desarrolla su autonomía e identidad personal en relación con el medio.

La enseñanza religiosa católica pretende acercar al niño a las claves principales de la fe cristiana, ayudarle a descubrir esta experiencia en su entorno, y a que él mismo desarrolle sus facultades de expresión y se inicie en los elementos primeros que facilitan la comunicación con Dios. La síntesis del mensaje cristiano que se presenta en el currículo fundamenta y motiva los valores y actitudes básicos, favorece los hábitos de comportamiento, y contribuye también al desarrollo de destrezas y habilidades que se ejercitan en los tres ámbitos de experiencia enunciados. Para ello, este currículo se vale de los elementos cristianos presentes en el entorno del alumno, las imágenes y símbolos, el lenguaje y otros recursos que hacen posible la comprensión de la experiencia religiosa adecuada a esta edad.

Objetivos

Al finalizar la educación infantil se pretende que el/la niño/a sea capaz de:

  1. Descubrir y conocer el propio cuerpo, regalo de Dios, promoviendo la confianza y el desarrollo de sus posibilidades personales.
  2. Observar las manifestaciones del entorno familiar, social y natural que expresan la vivencia de la fe católica para sentirse miembro de la comunidad religiosa a la que pertenece.
  3. Observar y describir elementos y relatos religiosos cristianos que permitan al niño desarrollar los valores y actitudes básicas de respeto, confianza, alegría y admiración.
  4. Expresar y celebrar las tradiciones, fiestas y aniversarios más importantes, ejercitando las primeras habilidades motrices, para relacionarse con los demás y para acceder a la oración, los cantos de alabanza y el sentido de las fiestas religio­sas.
  5. Favorecer la realización de actividades que promuevan la participación, la cooperación y la generosidad como medio de expresar el amor de Dios y la fraternidad.
  6. Descubrir que los cristianos llaman Padre a Dios Creador de todas las cosas, y saben que está con todos nosotros, nos quiere y perdona siempre.
  7. Conocer que Jesús nació en Belén y es amigo de todos y nos quiere, murió por nosotros y resucitó para estar con nosotros.
  8. Descubrir que la Virgen María es la Madre de Jesús y también Madre de todos los cristianos, que forman una gran familia.
  9. Respetar a las personas y cosas de su entorno, cuidarlas y preocuparse de ellas, como Jesús ha hecho y nos enseña a hacer.

Contenidos

  1. El cuerpo humano obra de Dios Creador con la colaboración de los padres. La diferenciación sexual (niño-niña) como don recibido de Dios.
  2. Valoración de la salud como regalo de Dios. Medios que Dios nos ofrece para conservar la salud: la cercanía de las personas que nos atienden y quieren, alimentos, vestido y limpieza.
  3. La creación, obra de Dios y regalo a sus hijos. Dios pide colaboración y respeto en el cuidado y uso de la naturaleza y de las cosas. Gratitud y admiración por la creación.
  4. Los símbolos religiosos: la luz, el agua, la sal y el aceite.
  5. Dios es nuestro Padre, nos cuida y nos invita a servir a los demás.
  6. Dios habla. La Biblia, el libro santo de los cristianos. Admiración y cuidado del libro que contiene la palabra de Dios.
  7. Algunos textos importantes que se refieren, so­bre todo, a Jesús y María (Padre Nuestro, Ave María y algunas expre­siones religiosas de nuestra tradición cristiana).
  8. Algunas palabras significativas para los cristianos: Dios Padre, Jesús, el Hijo de Dios y amigo nuestro, la Virgen María madre de Jesús y madre nuestra, la Iglesia.
  9. El amor de Jesucristo. Relatos del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús.
  10. Jesús cuida de las personas y se preocupa por ellas. Algunos pasajes del evangelio: la oveja perdida, las bodas de Caná, Jesús y los niños.
  11. El diálogo con Dios: la oración del cristiano. El hombre con Dios para escucharle, pedirle ayuda y darle gracias.
  12. Dios quiere que nos amemos como Él nos ama. Las actividades diarias como medio para construir la vida familiar y las relaciones con los demás, según el plan de Dios.
  13. La manifestación del amor cristiano en gestos concretos: saludar, ayudar, compartir las cosas, perdonar y ser perdonados, y ayudar a los compañeros.
  14. La familia, lugar de descubrimiento y experiencia religiosa y cristiana. Somos los hijos de Dios y parte de su familia, la Iglesia. Expresiones de agradecimiento y alegría por pertenecer a una familia.
  15. El comportamiento con los amigos, los compañeros de la escuela y las personas del entorno.
  16. Valor del domingo como fiesta del Señor resucitado. Principales fiestas cristianas. El canto como expresión religiosa de alabanza, alegría y gratitud.
  17. Vocabulario, imágenes y edificios religiosos cercanos al niño.

Criterios de evaluación

Los criterios en la educación infantil pretenden ser para el profesor de religión algunos indicadores en la evaluación continua y observación de los niños para poder reconducir su propio aprendizaje. Conocer al niño y ayudarle en su crecimiento es el criterio esencial. Cualquier evaluación que se pretenda en esta etapa deberá realizarse globalmente con las mutuas observaciones e informaciones de los restantes ámbitos de experiencia.

  1. Saber observar los referentes religiosos de su entorno.
  2. Saber el significado de las palabras con sentido religioso más usuales en su propio vocabulario.
  3. Respetar los signos y símbolos religiosos de su entorno.
  4. Familiarizarse con una primera síntesis de fe.
  5. Adquirir el gusto por el buen obrar.
  6. Apreciar los valores cristianos que facilitan la convivencia.

 

Estándares de aprendizaje y metodología didáctica de la Comisión Episcopal de Enseñanza (2013)

Añadimos al currículo de la LOE de 2007 para Educación Infantil los “estándares de aprendizaje” y “metodología didáctica” que elaboró el Secretariado de la Comisión Episcopal de Enseñanza en 2013, aunque no salió publicado en el BOE. Hay que tenerlos en cuenta en los manuales de Religión y programaciones de aula.

Estándares de aprendizaje

  1. Sabe observar los referentes religiosos de su entorno.
  2. Sabe el significado de las palabras con sentido religioso más usuales en su propio vocabulario.
  3. Aprende a respetar los signos y símbolos religiosos de su entorno.
  4. Está conociendo el amor de Dios Padre que le quiere y con las enseñanzas de su Hijo Jesús.
  5. Se alegra de que Dios le haya creado.
  6. Progresa en su admiración por el amor que Jesús nos tiene.
  7. Sabe que los cristianos confiamos en Jesús, le pedimos y le damos gracias.
  8. Valora mucho y le gustan algunos pasajes del evangelio: la oveja perdida, las bodas de Caná, Jesús y los niños.
  9. Sabe reconocer la cruz, la luz del altar, el agua bendecida.
  10. Sabe y se alegra con la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra.
  11. Sabe dónde está la Casa de Dios y la nuestra, la Iglesia.
  12. Le gusta tener amigos y compartir con ellos como hermanos pues Dios es padre de todos.
  13. Sabe que muchos nos atienden y quieren, nos dan alimentos, vestido y limpieza.
  14. Asume algunos valores que Jesús le enseña: compartir las cosas, perdonar y ser perdonados, y ayudar a los compañeros.
  15. Aprecia los valores cristianos que facilitan la convivencia. Respeta a los demás, a sus libros y a sus juegos.
  16. Progresa en las actitudes para amar y ser amado.
  17. Aprecia las oraciones básicas. Padre Nuestro, Ave María y algunas expresiones religiosas de nuestra tradición cristiana).

Metodología didáctica

La enseñanza religiosa en la etapa infantil deberá impartirse en un diálogo con las tres áreas de desarrollo de esta etapa. El profesor de religión, al analizar los objetivos propuestos para la religión y moral católica descubrirá que las tres áreas pretenden desarrollar son asumibles si se pone al niño en situación de que también descubra los contenidos de la fe cristiana sobre sí mismo, en el entorno físico y social y en la comunicación y representación de la realidad.

La Religión pretende desarrollar las mismas capacidades, añadiendo el sentido cristiano para la educación integral del niño, según la voluntad expresada por los padres. El niño en el ámbito escolar va abriéndose a su propia realidad y al mundo que le rodea, a su vez, debe captar también la dimensión cristiana de su existencia:

El conocimiento de sí mismo y la autonomía personal se enriquece con el conocimiento de Dios, su creador y Padre.

El conocimiento del entorno desde la fe proporciona al niño una visión nueva de la creación y de los seres vivos; y el entorno social se le presenta en la unidad de una familia: Dios, Padre y los hombres hermanos.

El tercer ámbito de experiencia, la comunicación y representación, adquiere un nuevo valor al ofrecer al niño una interpretación de los símbolos religiosos y un camino de comunicación con Dios y con los demás, hijos de Dios y hermanos entre sí.

El niño de tres años llega paulatinamente a tomar conciencia de su capacidad, de sus posibilidades de acción y de cómo gozarlas. A partir de los cuatro años entran en juego capacidades nuevas. Actitudes de colaboración, hacer favores, trabajos, admiración amistad, y valores como la sinceridad, el respeto y la gratitud. Le gusta contemplar lo bello. El niño de cinco años vive una etapa en la que asimila y organiza el resultado de sus búsquedas; de alguna manera selecciona sus experiencias, las recuerda y las hace parte de su vida.

En general son disposiciones que facilitan y fundamentan el despertar religioso. Es feliz cuando descubre que Dios le ama y se interesa por él.

A su vez, es necesario ponerle al niño en contacto con realidades que estimulen su crecimiento. El valor considera el bien, lo bueno, desde un orden afectivo, de amor, de
admiración.. De ahí que la educación en los valores no se pueda enmarcar sólo en la rigidez de un horario. Es un proceso personal profundo que pertenece a un orden
superior.

Se trata de presentar valores que tengan un común denominador y descartar aquellos antivalores por los que una libertad sana no puede optar como son la mentira, el egoísmo, la violencia.. Es vital poner en práctica aquellos que, a partir de un fundamento religioso, puedan asumirlos como suyos, descubiertos en su interior, como son: la lealtad, la solidaridad, la amistad, el amor…