
El evento, inaugurado por Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, reunió a 300 representantes de centros educativos de Castilla y León para reflexionar sobre los desafíos actuales del sistema educativo, la identidad de la escuela católica y su papel transformador en la sociedad.
La consejera de Educación, Rocío Lucas, cerró el evento reafirmando su apoyo a la educación concertada y anunció que las actuales unidades de Infantil de 0-3 años “acabarán siendo concertadas en el futuro”.
Escuelas Católicas Castilla y León ha celebrado hoy su Asamblea Anual 2025 en el Colegio San Agustín de Valladolid, reuniendo a cerca de 300 directivos, docentes y representantes institucionales de los 171 centros educativos católicos que forman parte de la red. La jornada, que ha contado con presencia de entidades colaboradoras y empresas del sector, se ha consolidado como un espacio clave de encuentro, análisis y proyección educativa, en un momento crucial para el presente y el futuro de la escuela concertada.
La sesión ha contado con la destacada intervención del arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, quien ha ofrecido a los asistentes unas palabras marcadas por la esperanza y el compromiso con la misión educativa. Luis Argüello hizo una reflexión sobre lo que significa ser escuela católica y destacó la “capacidad de integrar que tiene la escuela de identidad cristiana”, y los desafíos a los que se enfrenta como “el incluir la catolicidad en el día a día, el defender la ecología humana integral que propuso el Papa Francisco, el papel de los laicos en la educación, el desafío demográfico tanto por la falta de alumnos como por la llegada de alumnado inmigrante, la educación afectivo sexual orientada hacia el amor y la transmisión de la vida…”. Por eso Argüello pidió finalmente “cultivar una escuela de comunión, de unión y alianza entre todos, que reconozca la diversidad de carismas para que no seamos competidores”.
Durante el acto inaugural, la presidenta de Escuelas Católicas Castilla y León, Encarna González-Campos, agradeció la implicación de los equipos directivos en un curso complejo y lleno de desafíos. En su intervención, subrayó la necesidad de responder con esperanza, creatividad y vocación de servicio ante situaciones como el debate sobre el uso de tecnologías en el aula, la irrupción de la inteligencia artificial, el descenso de vocaciones religiosas o la preocupante baja natalidad. Llamó a fortalecer entornos educativos seguros, inclusivos y comprometidos con el cuidado integral del alumnado, y animó a seguir apostando por una escuela católica fiel a su identidad y en comunión con la Iglesia, como “luz de esperanza en medio del mundo”. También tuvo palabras de agradecimiento hacia el profesorado y el personal de los centros, así como hacia las entidades patrocinadoras y al colegio San Agustín por su acogida.
Consejera de Educación
Por su parte, la consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, fue la encargada de cerrar la jornada, reafirmando el apoyo institucional de la Junta a la educación concertada: “Quiero dar las gracias a los docentes de los centros concertados de Escuelas Católicas por vuestro trabajo, porque también sois importantes en el éxito nacional e internacional de la educación de Castilla y León. La suma del trabajo de las dos redes, pública y concertada, permite que cada vez que nos evalúan Castilla y León sea referente, es un éxito de todos”.
La consejera también hizo referencia a las diferentes actuaciones que la Junta de Castilla y León ha realizado en los últimos cursos para mejorar la educación concertada, como la mejora de las condiciones del profesorado de la concertada con su inclusión en la Carrera Profesional Docente, “de la que se beneficia el 73% de los profesionales de la escuela concertada, casi 6.000 docentes”, comentó Rocío Lucas. También destacó la implicación de los centros de Escuelas Católicas con el plan de salud mental, con casi 200 centros en los que se ha aumentado el trabajo en Orientación.
Otro hito del sistema educativo de Castilla y León “ya completado y que es la envidia de otras comunidades”, es la gratuidad de 0-3 años, “una gratuidad total y para todos, que supone un gran ahorro para las familias”, explicó la consejera de Educación. “Aquí, la labor de los centros concertados ha sido de gran trascendencia, desde el principio contamos con ellos por nuestra defensa del principio de libertad de elección de las familias en la educación de sus hijos. Este curso hemos tenido 809 unidades de esta etapa en centros concertados, que con el tiempo acabarán siendo unidades concertadas”.
Durante la Asamblea se ha hecho balance del curso escolar, se han presentado los informes económicos y de gestión, y se han abordado las líneas estratégicas de actuación para el próximo año, así como los principales retos del sector educativo concertado en el actual contexto legislativo y social. Todo con el fin de ofrecer, tanto a familias como al propio alumnado, una enseñanza de calidad y valores, que sigan motivando a los jóvenes y favoreciendo su formación integral.
Encuentro para el análisis, la formación y el autocuidado
La Asamblea ha tenido la oportunidad también de presentar, gracias al patrocinio de la Fundación Edelvives, la ponencia de Judith de la Fuente “La comunicación aplicada a la función directiva. Educar: eficacia o fecundidad”. La experta con más de una década de experiencia en el ámbito educativo, propuso una comunicación que sirva para liderar, una comunicación que deje huella y que inspire un cambio.
Después, ha tenido lugar uno de los momentos clave de la jornada: la actualización en el ámbito de Innovación y Pastoral de Escuelas Católicas Castilla y León. Durante este espacio se han presentado las principales novedades impulsadas por ambos departamentos. Además, se ha anunciado la celebración del próximo Congreso de Innovación Educativa de Escuelas Católicas Castilla y León, que tendrá lugar el 21 de noviembre de 2025 en las Cortes de Castilla y León, bajo el lema “Personalización e Inclusión: el poder transformador de la innovación educativa”. Un evento que reunirá a toda la comunidad educativa en torno a los grandes retos de la escuela del presente y del futuro.
Tras el descanso, la fiscal María Jesús Garrote ha dado una formación jurídica muy valorada por los asistentes: “Problemáticas derivadas por rupturas familiares”, abordando cuestiones clave relacionadas con la convivencia escolar, como la custodia, las visitas o la autoridad parental. Aspectos que afectan a la cotidianidad de los jóvenes, su desempeño en el aula y sus emociones y cambios personales.
Libertad de enseñanza y financiación justa
Ya en el cierre, la presidenta de Escuelas Católicas Castilla y León, Encarna González-Campos presentó la Declaración Final de la Asamblea, en la que se reafirmó el compromiso de la institución con una educación de calidad, transformadora y basada en valores cristianos. En el documento, la organización defiende con firmeza la libertad de enseñanza y el derecho de las familias a elegir centro sin condicionantes económicos ni ideológicos, y reclama una financiación justa que cubra el coste real del puesto escolar.
La declaración subrayó también los avances impulsados por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León en materia de gratuidad del primer ciclo de Infantil, orientación educativa o mantenimiento de unidades, pero recordó que aún quedan retos pendientes como la concertación del Bachillerato, la mejora de la partida de Otros Gastos o el refuerzo de la Formación Profesional.
Escuelas Católicas apuesta por una educación innovadora con raíces, que integre con responsabilidad el uso de la tecnología y la inteligencia artificial en las aulas. A su vez, expresa su preocupación por el descenso de la natalidad y de vocaciones religiosas en los centros, y reafirma su compromiso con la misión compartida, la equidad, la cultura del cuidado y el servicio al bien común.
Concluye la declaración con una llamada a construir una escuela “abierta, dialogante y con esperanza”, y a dejar atrás la polarización para poner la educación en el centro del proyecto social.
Declaración final Asamblea 2025
Para finalizar esta Asamblea los representantes de Escuelas Católicas Castilla y León queremos reafirmar nuestro compromiso con una educación de calidad, centrada en la persona, fundamentada en valores cristianos, abierta, inclusiva y plenamente comprometida con la sociedad a la que servimos.
Atravesamos tiempos complejos marcados por la polarización, la incertidumbre y la injusticia, pero la escuela católica se erige como un espacio de esperanza. Frente al ruido ideológico, reclamamos diálogo; frente a la división, cooperación; frente al inmovilismo, transformación. No estamos acomodados: somos caminantes, peregrinos de esperanza al servicio de una misión educativa que se inspira en el Evangelio y responde a los desafíos de nuestro tiempo.
Nuestro modelo educativo -elegido por miles de familias en Castilla y León- no excluye ni impone, sino que propone una visión integral de la persona. Nuestros 171 centros, con 98.000 alumnos y cerca de 10.000 profesionales, constituyen una red educativa con gran representatividad en Castilla y León. Una red plural, comprometida con la equidad y que ha demostrado su eficacia, su capacidad de adaptación y su contribución al bien común.
Por eso este curso queremos subrayar:
Nuestro compromiso con una educación transformadora y libre. La libertad de enseñanza, recogida en la Constitución Española, es una garantía democrática. Defendemos el derecho de las familias a elegir centro educativo sin condicionantes económicos ni ideológicos, y reivindicamos una financiación pública suficiente y justa. Los conciertos educativos deben cubrir el coste real del puesto escolar y deben dejar de ser objeto de ataques interesadamente tergiversados. No somos un negocio: somos un proyecto de servicio a la sociedad.
Agradecemos los avances impulsados por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León: el avance de la gratuidad del primer ciclo de Infantil, la flexibilidad en el mantenimiento de unidades concertadas, el refuerzo de la orientación educativa y la implementación de la Carrera Profesional Docente. Son pasos en la buena dirección. Pero quedan retos pendientes como la concertación del Bachillerato, la mejora urgente de la partida de Otros Gastos, la ampliación del programa de gratuidad en Infantil a nuevos centros, la flexibilidad en el establecimiento del horario lectivo en los centros y el incremento de la dotación horaria en los centros de FP para hacer frente a las nuevas necesidades de estos estudios.
Somos un modelo que educa desde la esperanza y la innovación. Educar hoy exige formar personas críticas, comprometidas y resilientes. En un tiempo de desafíos globales -desde la inteligencia artificial al cambio climático o las guerras y las injusticias sociales- la educación católica apuesta por la innovación con raíces, integrando metodologías activas, competencias digitales y cultura del cuidado. Lo hacemos sin renunciar a nuestros principios, poniendo siempre al alumnado en el centro y promoviendo entornos seguros, inclusivos y emocionalmente saludables.
Abogamos por una gestión responsable del uso de la tecnología, alejada del simplismo y basada en evidencias pedagógicas. Rechazamos las prohibiciones generalizadas y defendemos un uso equilibrado, formativo y respetuoso con el ritmo madurativo de cada etapa educativa.
Una escuela abierta, comprometida y al servicio del bien común. No queremos una escuela replegada ni temerosa. Nuestra vocación es de puertas abiertas y manos tendidas. Atendemos a todo tipo de alumnado y realidades familiares. Acogemos, cuidamos, acompañamos. Rechazamos cualquier forma de adoctrinamiento o discriminación, y defendemos una escuela dialogante, diversa y respetuosa con todas las convicciones.
Reclamamos un pacto educativo real, lejos de la utilización política de la educación. No podemos resignarnos a una sociedad enfrentada desde las aulas. ¡Basta ya! Saquemos la educación de la polarización y pongámosla en el centro del proyecto social.
Además, como comunidad educativa, queremos compartir algunas preocupaciones que requieren atención urgente y respuestas compartidas:
La revolución digital y la irrupción de la inteligencia artificial nos desafían como educadores. Apostamos por discernir juntos su papel en la escuela desde la responsabilidad, el pensamiento crítico y el acompañamiento humano. Para educar en un mundo con IA debemos garantizar que su uso contribuya al desarrollo integral de la persona y al servicio del bien común
También es preocupante el descenso acelerado de la natalidad en Castilla y León, que pone en riesgo la sostenibilidad de muchos centros, especialmente en entornos rurales. Es el momento de ser creativos, generosos y solidarios para mantener viva la presencia de la escuela católica allí donde es más necesaria.
Y, por último, manifestamos nuestra preocupación por el descenso de la vida consagrada en nuestras escuelas. Nos duele su ausencia visible en muchos centros. Por eso renovamos con más fuerza nuestro compromiso con la misión compartida, y con el testimonio laico que da continuidad al carisma fundacional de nuestras obras educativas.
Por tanto, Escuelas Católicas Castilla y León seguirá trabajando, con todos y para todos, por una educación que inspire, transforme y construya un futuro más justo y humano. Educar no es solo transmitir conocimiento, sino encender la esperanza. Y en eso, la escuela católica tiene mucho que decir.
Empresas colaboradoras
Por último, desde Escuelas Católicas Castilla y León queremos expresar nuestro agradecimiento a las empresas colaboradoras que han acompañado esta Asamblea Anual 2025 y que, con su presencia y apoyo, contribuyen al fortalecimiento de nuestro proyecto educativo. Gracias a Umas, Sisconect, Prodat CyL, Edelvives, Banco Sabadell, McYadra, Asesoría Educal, Activa y Avanta Prevención por su compromiso con la educación y su cercanía a nuestros centros. Su colaboración hace posible seguir creciendo juntos al servicio de la comunidad educativa.
Escuelas Católicas Castilla y León
Escuelas Católicas Castilla y León es la patronal de centros educativos concertados católicos de Castilla y León. Posee una amplia experiencia educativa y una red de centros y profesores que incluye 171 colegios, 9.000 trabajadores y representa al 27% del alumnado de Castilla y León con 98.000 niños en sus aulas. Es la organización más representativa de titulares de centros concertados de Castilla y León y una de las comunidades educativas con más peso de la región.