Los ataques que la enseñanza concertada está sufriendo en los últimos meses por parte de algunos gobiernos autonómicos han llevado a representantes de centros educativos concertados católicos a pedir, una vez más, respaldo y reconocimiento a una educación que garantiza la libertad, la equidad y la eficiencia.
Reunidos en asamblea durante día y medio en la casa general de las Hermanas del Amor de Dios en Madrid, 150 representantes de los titulares de los más de 2.000 colegios católicos afiliados a Escuelas Católicas (EC) han hecho balance del año anterior, han fijado retos y han diseñado líneas de acción de futuro. Entre ellas destaca la iniciativa para la defensa de la libertad de enseñanza “enLibertad”, presentada en este encuentro.
Las demandas y compromisos del sector se han resumido en los siguientes diez puntos:
“enLibertad”, iniciativa para la libertad de enseñanza
Jesús Muñoz de Priego, abogado, asesor y especialista en Derecho Educativo, presentó esta iniciativa, promovida por Escuelas Católicas, pero con autonomía propia, cuyo objetivo es ofrecer a padres, profesores y centros argumentos para defender con fundamentos la libertad de enseñanza.
Entre estos fundamentos subrayó que para que exista libertad de enseñanza tiene que existir libertad de elección y, en consecuencia, libertad de opciones. Por lo tanto, es el ideario de los centros lo que los hace distintos y lo que justifica tanto la existencia de la enseñanza concertada, que permite a los padres elegir según sus convicciones, como su financiación con fondos públicos para que esa elección no esté condicionada por motivos económicos.
Según explicó este experto, hoy en día la libertad de enseñanza está “cuestionada”, “amenazada” por una normativa restrictiva, una práctica política de reducción de unidades, un debate político y social sesgado, y una apuesta por una escuela pública única como modelo excluyente. Esta iniciativa “enLibertad”, que se está presentando en las distintas comunidades autónomas, pretende que esa libertad de enseñanza deje de estar cuestionada y cuente con reconocimiento social.
Para lograrlo se ha fijado los siguientes objetivos:
López Rupérez: “La libertad de enseñanza, irrenunciable en un Pacto educativo”
Francisco López Rupérez, el que fuera hasta hace unos meses presidente del Consejo Escolar del Estado, intervino hoy jueves, día 30 de marzo, en la Asamblea que anualmente celebra Escuelas Católicas y en la que participan representantes de los titulares de los más de 2.000 centros educativos a los que representa. López Rupérez habló de la necesidad “urgente” de llegar a un Pacto educativo, y de la libertad de enseñanza como un principio “irrenunciable” en el mismo.
López Rupérez no concibe un Pacto educativo que no respete la libertad de enseñanza y que no tenga en cuenta a los sectores sociales, entre ellos, Escuelas Católicas cuya voz “debe ser especialmente escuchada”. Entiende el Pacto educativo como “una ventana abierta de oportunidades para la educación española”, pero no como una ventana “permanentemente” abierta, de ahí la urgencia para llegar a él y de aprovechar esta nueva oportunidad que se ha abierto en el actual período político.
Dicha oportunidad permitiría establecer un marco suficientemente estable en cuanto a la estructura del sistema, la clarificación de los ámbitos competenciales, el núcleo de las enseñanzas y el sistema de financiación; y modernizar el sistema y mejorar su calidad conciliando “tradición con modernidad”, tal y como subrayó este experto.
Entre los criterios para llegar a este Pacto educativo, López Rupérez señaló cuatro: no partir de confrontaciones históricas izquierdas-derechas, sino construir desde los nuevos consensos posibles; incorporar al “pacto de ahora” los acuerdo históricos que hicieron posible el “pacto de ayer”, fundamentalmente la Constitución Española de 1978 y su Artículo 27; asumir las evidencias empíricas disponibles como base del acierto; y ser especialmente receptivos a los mensajes del contexto global y a la visión del futuro.
Indicó, asimismo, algunos de los contenidos que, a su juicio, serían prioritarios para lograr el Pacto tales como: la necesidad de hacer compatible el derecho a la educación y la libertad de enseñanza; la modernización de los sistemas de financiación; la mejora del sistema de becas; la calidad del profesorado; la inclusión; la autonomía escolar; la implicación de los padres; la modernización del currículum; la adaptación de la FP reglada a los requisitos del empleo; y la potenciación del emprendimiento y la innovación, entre otros.
Como conclusión, López Rupérez señaló tres principios fundamentales para lograr este necesario Pacto: admitir la necesidad del mismo y actuar en consecuencia; admitir que es una oportunidad que tenemos que aprovechar; y adoptar una posición que tome en consideración las exigencias del contexto y las orientaciones derivadas de las evidencias disponibles.
La libertad de enseñanza, en entredicho
El presidente de Escuelas Católicas, Juan Carlos Pérez Godoy, en la apertura de la Asamblea también se refirió al Pacto educativo para lamentar que para algunos partidos políticos dicho pacto no vaya más allá de la desaparición de la enseñanza concertada sin tener en cuenta el principio de libertad de enseñanza, y su contribución a la excelencia y a la calidad educativa.
Reconoció que la escuela concertada está viviendo un momento de “incertidumbre, precariedad e inseguridad”, marcado fundamentalmente por las consecuencias de las decisiones de gobiernos autonómicos que recortan significativamente las unidades de los centros concertados poniendo en entredicho la libertad de enseñanza; y por un módulo insuficiente de otros gastos que pone a algunos centros en situación de precariedad al tiempo que soportan acusaciones que ponen en duda su transparencia económica.
No obstante, animó a los representantes de los centros concertados a seguir trabajando como hasta ahora, con profesionalidad, con vocación de ser referente en el mundo educativo español, respondiendo con solvencia a los retos de cada momento y anticipándose a los futuros.
Sobre Escuelas Católicas
Escuelas Católicas (EC) es la marca de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) y de Educación y Gestión (EyG). FERE-CECA asocia desde 1957 a los titulares de los centros educativos y EyG los representa en su vertiente empresarial desde 1989. Actualmente integra a 2.008 centros educativos católicos, la mayoría con algún nivel concertado. Gran parte de ellos son centros integrados, es decir, que cuentan con más de una etapa. Si separamos por niveles educativos hablaríamos de 1.779 centros de Educación Infantil, 1.723 de Educación Primaria, 1.663 de Educación Secundaria (ESO o FP Básica) y 774 centros de Bachillerato o FP de Grado Medio o Superior, es decir, de 5.939 entidades pedagógicas. En ellos se educan 1.202.146 alumnos y hay 100.858 trabajadores, de los que 82.134 son docentes.
Escuelas Católicas supone el 15% del total del sistema educativo y el 60% de la enseñanza privada concertada, lo que la convierte en la organización más representativa de este sector.