
La educación también puede beneficiarse del modelo de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas, creado por Stephen Covey. Los fundamentos y la aplicación de este modelo es el centro de la formación impartida por Ángel Losada y Mayte Catalán, de Franklin Covey Educación España, en el Colegio Agustinas de Valladolid para docentes de Escuelas Católicas Castilla y León.
Este modelo de trabajo es aplicable a la gestión y la empresa, pero también a la educación, enfoque en el que se centró este curso en el que participaron una treintena de profesores y directivos de centros educativos pertenecientes a la federación de colegios de Castilla y León.
Esta formación hizo un amplio repaso por los siete hábitos que propuso en su conocida obra Stephen Covey, que define las prácticas efectivas que sirven para conseguir cambiar hábitos para conseguir objetivos personales, desarrollar relaciones significativas y trabajar bien con otras personas. Este modelo es muy útil para directores y miembros de equipos directivos de los centros educativos, personas que ocupan puestos de liderazgo o de influencia en su organización y que abordan la gestión y liderazgo de equipos y personas.
El modelo de Covey puede ser determinante en el sector de la enseñanza ya que los niños deben encontrar su propio camino, no fundamentarse tanto en conseguir resultados y sí en aprender a ser efectivos, siguiendo paradigmas alineados con principios universales y conductas efectivas. Cambiar los paradigmas de la escuela es el primer paso para lograr una transformación social global a través de actores principales del cambio en la educación: los docentes.
El primer hábito, Ser Proactivo, busca comprender el poder que está detrás de las elecciones que adoptamos cada día en nuestras vidas. “Soy libre para elegir y soy responsable de mi propia felicidad” es el paradigma altamente efectivo.
El segundo hábito, Comenzar con un Fin en Mente, propugna la búsqueda de objetivos personales como marco de referencia a la hora de clarificar los valores y fijar los objetivos de nuestras vidas. “Definir claramente mi visión y mi propósito en la vida hará toda la diferencia” es su paradigma.
Poner Primero lo Primero, es el tercer hábito que se basa en los principios del enfoque, integridad y disciplina. “Dedicar tu tiempo a lo que es importante” es su paradigma. Es la habilidad de organizar nuestro tiempo alrededor de las cosas más importantes con una administración personal efectiva.
El cuarto hábito, Pensar en Ganar-Ganar, es una actitud fundamentada en los principios del beneficio mutuo en todas las interacciones humanas, la justicia y la abundancia.
El quinto hábito es Buscar Primero Entender, luego Ser Entendido, que trabaja el respeto, el entendimiento mutuo y la empatía. Significa que tratamos de entender completamente a otra persona antes de presentar nuestro punto de vista, equilibrar valor y consideración, y expresar con claridad y respeto nuestras opiniones.
Establecer Sinergias, es el sexto hábito propuesto por Covey. “Creemos algo mejor que lo que cada uno de nosotros tiene en mente”, es su paradigma. Un hábito que habla de creatividad, cooperación, diversidad y humildad. Sirve para colaborar para crear otras alternativas en lugar de conformarse con tener un acuerdo. Si se realizan sinergias, el todo es mayor que la suma de sus partes.
Por último, el séptimo hábito es Afilar la Sierra, que busca la renovación personal, la mejora continua y el equilibrio. Su paradigma es “todos los días dedico tiempo para mí porque eso me da la capacidad para hacer todo lo demás”. Trata de preservar y mejorar el activo más grande que tenemos, nosotros mismos. Es renovarse regularmente en las cuatro dimensiones de nuestra naturaleza: cuerpo, mente, corazón y espíritu.