- El Colegio Jesús-María de Burgos desarrolla una actividad artística con alumnos de 3º de Educación Infantil para fomentar su creatividad e introducirse en los procesos de la inteligencia artificial
Todos los años, durante el segundo trimestre del curso, los niños y niñas de Educación Infantil del Colegio Jesús-María de Burgos se embarcan en un proyecto de arte que además guarda un fin solidario. Te contamos el de este curso escolar.
“Elegimos un pintor para cada curso, investigamos acerca de su vida y su obra y, finalmente, elegimos un cuadro representativo para colorear usando distintas técnicas que luego expondremos por los pasillos y venderemos para recaudar dinero para el proyecto solidario de cada año”, explican desde el centro educativo burgalés. Además, seleccionan seis cuadros para colorear en grande usando papel continuo siendo ésta la manera de involucrar a las familias en el proceso educativo: “Vienen tres padres o madres por clase y nos ayudan a hacer este taller pintando con témpera, rasgando papel, pegando gomets, etc.”, dicen.
Inteligencia artificial, el plus para el proyecto
Sin embargo, este año, han decidido incorporar el uso de la inteligencia artificial al proyecto de arte con los alumnos de 3º de Educación Infantil: “Para poder simplificar el proceso y que lo entiendan bien hemos empezado por explicar qué es la IA y qué tipos de IA hay. Nosotros hemos elegido en Bing, que convierte texto a imagen, y a continuación nos hemos centrado en el prompt, esas instrucciones que damos a la Inteligencia Artificial para que se ponga a trabajar”, aseguran. Es en ese momento, con el uso de esas herramientas, donde el proceso de aprendizaje sobre la IA se ha intensificado “hemos tenido que dedicar más tiempo ya que si no redactamos correctamente las órdenes el resultado obtenido no es el deseado”. Por ello, en el aula primero han tenido que aprender a redactar el prompt de manera específica y concreta, por ejemplo, si pedían para uno de los cuadros “un niño jugando con coches” lo que obtendrían sería un niño con coches de verdad en vez de la intención inicial: tener en la mano coches de juguete. Esta clave del uso de la IA en el aula es lo que se ha explicado con detenimiento al alumnado para que puedan hacer un buen aprovechamiento de la misma: “La información que no proporciones a la IA hará que se lo invente o deduzca ciertas cosas. Una vez que hemos tenido claro esto, y que hemos establecido un formato específico para pedir nuestros cuadros, hemos pasado a rellenar una tabla en Word con una fila para cada alumno. Gracias a la herramienta del dictado por voz, nuestros alumnos han podido completar la tabla sin necesidad de tener que escribirla porque hay que recordar que tienen 5 años y estamos en pleno proceso de aprendizaje de la escritura”, confirman contentos con el resultado desde el colegio.
La plantilla utilizada por todos los alumnos ha sido “Un cuadro pintado al óleo de…” y, a partir de aquí, cada uno ha completado el espacio con lo que quería. Para terminar el proyecto han cerrado el prompt con “Estilo artístico de Sorolla”, que era el pintor que estaban estudiando en ese momento en el aula: “Cuando todos han completado su prompt, hemos empezado a traducir el texto a imagen gracias a Bing. Hemos copiado y pegado la idea de cada alumno y, después de procesar el texto, hemos obtenido cuatro imágenes como resultado”, dicen. De esta forma, cada alumno ha estudiado cuidadosamente sus cuatro imágenes y ha elegido la que más se ajustaba a la idea que tenía en su cabeza de cómo podía ser su cuadro al estilo de Sorolla, siendo conscientes de los beneficios que tendría las herramientas de inteligencia artificial en su desarrollo educativo.