El Medalla Milagrosa recibe el “Banzo de Oro Institucional 2024” Medalla Milagrosa Banzo de Oro Institucional 2024

El Medalla Milagrosa recibe el “Banzo de Oro Institucional 2024”

El Medalla Milagrosa recibe el “Banzo de Oro Institucional 2024”
  • El colegio fue premiado por La Casa de Zamora en Madrid por su promoción de la tradición de la Semana Santa, gracias a su espectacular recreación anual de una procesión, una actividad que cumple ya 30 años

El Colegio Medalla Milagrosa de Zamora fue premiado el pasado mes de marzo por La Casa de Zamora en Madrid con el Banzo de Oro Institucional 2024 por su “promoción, apoyo y cuidado, de las tradiciones y costumbres de la Semana Santa de nuestra tierra”.

El centro educativo zamorano recibe el Banzo de Oro por su labor promocional y de arraigo de las tradiciones de la Pasión zamorana desde las aulas de Infantil. Desde la década de los años 90, este centro ha sido pionero a la hora de recrear pequeñas procesiones que han saltado de las aulas y del patio de recreo a las calles del centro.

La Casa de Zamora en Madrid ha querido reconocer al centro gestionado por la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl su labor de “promoción, apoyo y cuidado, de las tradiciones y costumbres de la Semana Santa de nuestra tierra desde la docencia”. En la entrega del galardón, se destacó el “sentido de arraigo identitario” de estas mini procesiones que han saltado de las aulas y del patio de recreo a convertirse en la antesala de la Pasión por las calles aledañas del colegio.

Una actividad pionera 

El colegio es pionero a la hora de comenzar a recrear entre los más pequeños el ambiente y la estética de algunas de las cofradías y hermandades. El centro implica a sus aulas más tempranas en unas procesiones que se han convertido en toda una tradición para los vecinos más allá de un acto previamente acotado a padres y familiares.

Cofrades y damas de 2 a 5 años desfilan, algunos por primera vez fielmente custodiados por los alumnos de Primaria que emulan los papeles de cargadores, músicos y agentes de la Policía, recreando toda la atmósfera que rodea a cada procesión. Un trabajo que parte de las aulas donde se trabaja de manera transversal “la música, los sonidos, la gastronomía o los olores”.

Casi un cuarto de siglo ha pasado desde que la Medalla Milagrosa apostó por una tradición hoy en día más que asentada y replicada dentro y fuera de la ciudad y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Han pasado de los primeros trajes realizados a partir de bolsas de basura o papel a los trajes de fieltro o telas que buscan imitar con mayor realismo los detalles del hábito. Un trabajo que implica a los padres, apoyados por el equipo docente que les facilita patrones e, incluso, talleres para enseñar a coser los trajes que cada año utilizan.