Nacho Díez Iglesia: “El mayor reto de los docentes es intentar sorprender cada día a los alumnos”

Nacho Díez Iglesia: “El mayor reto de los docentes es intentar sorprender cada día a los alumnos”

Nacho Díez Iglesia: “El mayor reto de los docentes es intentar sorprender cada día a los alumnos”

Entrevista a Nacho Díez Iglesia, profesor del Colegio Niño Jesús de Burgos, donde mantiene un proyecto musical extraordinario y entusiasta que va más allá de las aulas y que le convierte en un ejemplo. Ganador de uno de los Premios Escuelas Católicas Castilla y León 2022 a mejor docente

Nacho Díez Iglesia es docente en el Colegio Niño Jesús de Burgos, que pertenece a la Fundación Educere, y ha recibido uno de los Premios Escuelas Católicas Castilla y León 2022.

Lleva en el mundo de la docencia más de 21 años y le avala su carisma, dedicación, entrega, entusiasmo e innovación por la educación. Su máxima preocupación es el crecimiento de sus alumnos, ya que intenta siempre sacar lo mejor de cada uno y descubrir sus capacidades para potenciarlas. Y lo hace a través del diálogo, la reflexión, el cariño y la confianza.

Es maestro de Primaria e interdisciplinar, ya sea como orientador, o como tutor, profesor de Educación Física y de Música, su otra gran pasión además de la educación.

El proyecto musical que lleva a cabo en el centro con la colaboración de otros compañeros del colegio, da a los alumnos la oportunidad de experimentar y vivir la música. Con su proyecto permite la integración de todos los alumnos, trabaja su confianza y otros valores como el respeto, el esfuerzo, la superación, la inclusión y la paciencia.

También es fundador y director de la Coral “Niño Jesús”, que ya cuenta con 17 años de vida, y que facilita la inclusión de las familias del centro en la vida y tareas educativas.

Escuelas Católicas Castilla y León ha querido premiar a Nacho Díez con uno de sus galardones por todo este trabajo de coordinación que se desarrolla de forma continuada cada curso escolar. Por su esfuerzo, dedicación y empeño que hacen que su tarea educativa sea un ejemplo para sus compañeros. Por su pasión contagiosa por la música y por su brillante trabajo educativo, referente para todos nosotros.

¿Con qué se queda después de media vida dedicada a la educación?

Me quedo con el cariño de la gente, con mi gran evolución como persona y docente, con mi aprendizaje. Ahora sé valorar las cosas de otra manera, entiendo las realidades de la gente de otra manera, me he vuelto más flexible… Cuando me encuentro a un alumno después de varios años y notas su cariño piensas que esto merece la pena.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta en su labor docente?

Sorprender y hacer bien tu trabajo. Creo en la profesionalidad, entendida no solo como una preparación sino como una búsqueda de querer sorprender y apasionar. Todos tenemos algo que puede ayudar a los demás, y creo que mi identidad puede ayudar, aunque sé que llegar a los alumnos es el mayor reto, es difícil hacerse entender y saber ayudarles.

¿Cuáles son las cualidades de un buen profesor?

Tiene que ser una persona apasionada, sensible, inconformista, con mucho humor, que sepa reírse de sí misma y ser flexible con las cosas que pasan. Y algo que, cuando era más joven, a mí se me escapaba: un docente tiene que saber escuchar. En mis inicios como docente no sabía escuchar ni entender, y es algo que se debería hacer más hincapié en las facultades de educación.

Si pudiera cambiar algo ¿qué mejoraría en el sistema educativo español?

Sería fácil decir que todo está mal pero hay cosas que están bien. A nivel burocrático hay cosas que entorpecen, papeleo, normas innecesarias… que no benefician. El etiquetar tampoco lo veo, creemos que ayuda etiquetar a las personas, pero no. Los alumnos son personas. Se puede hacer mucho mejor, pero hay que buscar el equilibrio entre lo que se ha hecho bien en el pasado y nuevas corrientes y tendencias que podemos utilizar. El trabajo en emociones, por ejemplo, que es algo que llevamos varios años ya trabajando en ello en nuestro centro, y ahora los planes de formación lo contemplan. Es algo de lo que nos sentimos orgullosos.

Cómo profesor de música ¿por qué es importante esta asignatura?

Intento que para ellos sea una posibilidad de acercarse a aprendizajes que nunca van a tener: desde conocer una gaita, el folklore, una sinfonía, el flamenco, la ópera…. toda la inmensidad de la música y que lo vean como arte, y que detrás hay una sensibilidad, una persona, que sepan que la música ha acompañado al hombre en toda su historia.

¿Qué beneficios tiene para los alumnos los proyectos de actuaciones musicales, como la coral?

Lo que buscamos mis compañeros Jose, Arturo y yo, es que los alumnos tengan una experiencia vital. Que tengan un momento en su vida que entiendan lo que es una preparación colectiva, y que estén integrados con sus fortalezas y debilidades, los que cantan bien o mal, que todos tengan cabida desde su propia perspectiva. Y que se den cuenta que hay un esfuerzo, un ensayo, una ilusión, una recompensa con un día de actuación en el que hay que controlar los nervios, saber estar en un escenario… es una sensación única y solo se experimenta cuando lo preparas con cariño y esfuerzo. Es enriquecedor para ellos, muy interesante en su desarrollo evolutivo para que se den cuenta del esfuerzo, ya que la recompensa y gratificación será mayor.

También se aprende respeto, integración, inclusión… porque hay que aprender a convivir con compañeros que destacan más que tú, y entender que otras personas tienen que destacar, aprenden a saber aceptarlo porque unos tienen unas habilidades y otros otras.

¿Cuál es su receta para conseguir que los alumnos sean más curiosos, que quieran aprender más?

Hay dos cosas importantes: ser apasionado con lo que explicas, en cualquier asignatura, y, sobre todo, intentar sorprender a los alumnos, con la historia, con datos… hay que saber conseguir captar su atención para conectar con ellos. 

¿Cuál es para usted el éxito educativo?

Busco que los alumnos sean felices, que se acepten con sus cualidades, que aún no han descubierto, y también con sus debilidades, que en un momento de la vida pueden ser un motor y puedan volverse una habilidad. Busco que no les dé miedo crecer, que entiendan bien el tiempo que les toca vivir, a su familia, a sus compañeros… hacerles entender que el esfuerzo merece la pena y que no se den por vencidos y que sepan volver a levantarse. Lo importante es que entiendan que todos tenemos la capacidad de evolucionar y de mejorar. 

¿Cómo logran los centros de Escuelas Católicas mantener su proyecto común con el que buscan educar a los alumnos en algo más que lo meramente académico? 

Desde el primer día que los niños entran en la escuela hay muchos esfuerzos para enseñarles valores. Se aprovecha cualquier momento del año, eventos, cumpleaños… para creer en las personas, ser solidarios, generosos…