Érase una vez un niño al que le gustaba mucho ir al colegio y jugar con sus amigos, pero también disfrutaba con la lectura de libros de aventuras. En una ocasión cayó en sus manos un libro sobre la Edad Media. Tanto le gustó que por las noches soñaba que era el protagonista principal de las aventuras que leía durante el día.
Así es como comienza el cuento “Las aventuras de Juglarín” que ha servido de hilo conductor para el proyecto que, sobre la Edad Media se llevado a cabo durante este curso en el Colegio Santa Rita (Palencia). De la mano de su protagonista, Juglarín, y a lo largo de sus cinco capítulos el centro educativo y sus alumnos se han adentrado en las características de esta época histórica: sociedad estamental, caballeros, torneos, arte románico y gótico, vidrieras, romances, códices, letras capitulares, castillos, monasterios, canto gregoriano, trovadores, juglares, vestuario, danzas e instrumentos musicales medievales… y lo que es más importante, se ha “vivenciado” muchas de ellas.
En el caso de los alumnos de Secundaria, ha sido una línea del tiempo la que les ha guiado en este apasionante viaje por la Edad Media. Iniciamos la aventura con la caída del Imperio Romano en el año del Señor 476 y la finalizamos también en el Año del Señor, allá por 1.492 con el Descubrimiento de América. En estos 916 años pusimos a prueba nuestra capacidad creativa, innovadora, artística, oradora, musical, orante, lúdica, defensiva…
En este transcurrir del tiempo, aprendimos muchas cosas empatizando con los hombres y las mujeres de esa época; su vida fue una constante superación en medio de mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio. Todo el legado espiritual, cultural y artístico que ha llegado hasta nosotros, está impregnado de ese binomio trabajo y sacrificio en medio de grandes carencias básicas a lo largo de toda la Edad Media. Hombres y mujeres que escribieron la Edad Media con sus vidas y que para nosotros han sido un referente cultural, de esfuerzo, innovación y creatividad.
Basta con leer los comentarios que algunos padres han hecho en las redes sociales para entender la importancia que este proyecto ha supuesto dentro de la metodología del centro.
Y si hubiera que destacar una característica destacada de este proyecto por encima de las demás, sería, sin lugar a dudas, la implicación, no ya solo de los profesores y alumnos, sino la de un grupo, sobre todo de madres, que gracias a sus muchas horas de trabajo, han transformado el colegio en un auténtico castillo de cuento. Mil gracias por ello, y lo mismo a todos aquellos otros padres y madres que, de una manera desinteresada y, por uno u otro motivo, han contribuido a que haya sido todo un éxito.